Aunque, inmersos en la vorágine de las compras navideñas, también hay personas que deciden apoyar la artesanía y el comercio local, que da vida a nuestro barrio. Jubilado tras una vida entera de encofrador, dice que se siente muy bien en Euskadi. Comparten el pequeño vestuario con una docena de coloridas sillas de enea, pero se apañan bien. El vestuario vuelve a abarrotarse y ahora son los vaqueros, las camisetas y las zapatillas de deporte los que adquieren el protagonismo. Y por si fuera poco, equipacion athletic de bilbao también tenemos las fiestas de las escuelas. Eso sí, en todas las fiestas del País Vasco hay música vasca, y es algo que nos gusta mucho a la mayoría. Afirma contundente que sí, que sus padres tuvieron que oír que les llamaran «maquetos» o «coreanos». Estas vizcaínas se ocultan bajo la máscara del anonimato, esa que les permite crear su propia historia al margen de las miradas críticas y la realidad encorsetada. Más recientemente, Uxue Alberdi ha incorporado en su novela Jenisjoplin algunas páginas reseñables dedicadas a esta realidad. El bertsolari (improvisador de versos en euskera) Jon Maia reivindicaba sus orígenes extremeños en la novela Riomundo, e Iban Zaldua explora el tema en el cuento Bizilagunak.
Loli también recuerda a los que se avergonzaban de sus orígenes andaluces, e incluso intentaban ocultarlos. Son fiestas que se celebran a finales de mayo (dependiendo de la provincia), y cada año se celebran en un municipio diferente, acogido y organizado por una escuela diferente. Las fiestas son sagradas para nosotros. En general, sí nos gusta ir de fiesta, ya que aparte de todas éstas, todos los sábados suele haber mucho ambiente por las calles y hasta las primeras horas de la madrugada. Para poder comentar debes estar registrado y haber iniciado sesión. Teatro Infantil. Dos sesiones el viernes y sábado y una el domingo por la mañana. Los horarios generales serán: Viernes de 12 a 24:00, Sábado de 11 a 01:00 y Domingo de 11 a 23 horas. Tienen dos horas por delante: primero harán unos ejercicios de calentamiento, después, zapateados, y, por último, machacarán unas alegrías y unos tientos. «Cuando el cierre de ACEROS, hubo quien dijo que echaran primero a los de fuera», recuerda.
Hablamos de una localidad que pasó de ser un núcleo de cuatrocientos caseríos en 1930 a acoger a siete mil quinientas familias en la segunda mitad del siglo XX. Hoy democratizan la belleza responsable desde ‘Banbu’, una marca de cosmética independiente que desde el pasado mes de septiembre puedes descubrir en el número 55 de la Gran Vía. Divulgará su debut homónimo, editado en julio de 2021 y Número 2 en ventas, donde ejerce de crooner pop (¡y soul!) a veces a lo Michael Kiwanuka o Pablo Lopéz, con dejes rap a lo Rayden y Tote King, y con la propensión a la experimentación de un Jorge Drexler son instantes sintéticos. Tras levantar la persiana en diferentes localizaciones de Bilbao, desde San Francisco a Zorrozaure, esta pareja ha comenzado una etapa nueva en Olabeaga, en concreto en la calle Urgozo número 6. Su interés por el mobiliario ‘vintage’ les llevó a acudir a mercadillos de segunda mano, donde adquieren ‘tesoros’ que después restauran juntos. También encontraréis gente emo, gótico, hipster, con ropa de mercadillo o de segunda mano, cani o choni, sofisticado, sexy, etc. Allí los clientes se topan con todo tipo de objetos principalmente de los años 50, 60 y 70. Desde muñecas de porcelana, espejos, bolsos «muy locos traídos de París» o bisutería hasta mobiliario industrial, una pequeña selección de ropa ‘vintage’ o cabezudos antiguos hechos en Olot por Juguetes Hernández.
En un abrir y cerrar de ojos, y sin dejar de hablar de los planes para el fin de semana, las siete bailaoras ya se habrán cambiado de ropa. Estíbaliz Calabria, Estíbaliz Craf, Rocío Cortés, Joana Cabel, Marta Colomino, Haizea París y Garazi Ajuria llevan ocho años ejecutando la misma operación cada sábado, siempre a las tres de la tarde. A tres de ellos los hemos disfrutado a menudo sobre los escenarios y son el gran Marcos Salcines (piano, nacido en Madrid y vecino de Laredo), Ledian Mola (contrabajo, Cuba, 1993; vive en Euskadi desde 2010; en 2019 ganó el Premio Impulso en los Premios BBK Jazz con el grupo Horda), y Ander Zulaika (batería habitual del circuito rock nacido en Zarautz, Gipuzkoa, en 1989; profesional desde 2012, Ander contabiliza más de 30 grabaciones con Eñaut Elorrieta, Olatz Salvador, Benito Lertxundi, Rafa Rueda, Huntza, Idoia…). «Puede que no nos miraran mal, que fuera cosa nuestra», añade Rocío, mientras apura un vaso de agua en la barra del Centro Andaluz. Pasaron los años, volvieron a reunirse y formaron el grupo de baile Algarabía aquí, en el Centro Andaluz de Llodio. El Centro Andaluz de Llodio se fundó en 1970, estrenando local en el centro del pueblo, muy cerca de la plaza de Abastos.